¿Te vas de viaje a San Petersburgo? Elegiste una de las ciudades más lindas de Rusia. ¿Querés saber qué hacer y ver en San Petersburgo? En esta sencilla guía te compartimos algunas actividades y propuestas. Como siempre aclaramos, son guías basadas en nuestra propia experiencia, por lo tanto subjetivas y que pueden dejar algunas cosas de lado, ya que no hicimos todo lo que hay para hacer en la ciudad.
Qué hacer y ver en San Petersburgo
Una de las mejores maneras de tener una vista general de la ciudad para saber de qué se trata y orientarnos un poco es hacer el recorrido en el Bus Turístico. Lo bueno es que tienen el sistema hop on-hop of, entonces uno puede bajarse y subirse las veces que quiera durante 1 o 2 días (según el ticket que haya comprado) y así recorrer las principales atracciones.
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Aquí pueden comprar los tickets para el bus turístico y ver las paradas que tiene.
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VISITAR LA FORTALEZA DE PEDRO Y PABLO Y REMONTARSE AL PASADO
La ciudad fue fundada en 1703 por Pedro El Grande. El primer emplazamiento fue esta fortaleza de forma hexagonal construida sobre una pequeña isla del río Neva, en cuyo interior se pueden visitar algunos de los edificios más importantes de la ciudad. Uno de ellos es la catedral de Pedro y Pablo, con su inconfundible cúpula alargada y dorada, donde se encuentran los restos de la mayoría de los emperadores y emperatrices rusos (es la que se ve en el fondo de la imagen).
Aquí pueden contratar un paseo guiado por la Fortaleza de Pedro y Pablo (y otros puntos cercanos) de dos horas. El tour es en español y en inglés.
SACARLE FOTOS A LA IGLESIA DE LA SANGRE DERRAMADA
Esta iglesia es la típica construcción del cristianismo ortodoxo ruso, una de las religiones oficiales en el país. Es una de las imágenes con que se relaciona a Rusia, aunque la más conocida es la de Moscú. Se llama así porque se erigió en el lugar en que fue asesinado Alexander II en 1881.
Su forma y sus colores son una buena excusa para recorrerla y sacarle fotos. Les recomendamos hacerlo de día y de noche, porque realmente es muy bonita. Además, caminar por sus alrededores es un interesante paseo para descubrir algunos de los canales de la ciudad. Van a cruzarse con puestos de venta de souvenir y alguna comida al paso.
DEJARSE CONQUISTAR POR ALGÚN SOUVENIR
Nunca para de sorprenderme la imaginación de quienes diseñan algunos souvenirs en los lugares del mundo más turísticos. Y San Petersburgo no sería la excepción. Desde mamushkas con colores modernos y formas nuevas, hasta remeras con la cara de Lenin y una M amarilla.
PERDERSE EN LA RED DEL METRO
La red de metro no solo es muy amplia, sino que además es muy profunda. Las escaleras mecánicas son tan largas que la gente se sienta y se pone a leer. Es un lindo espectáculo para mirar. No conviene estar apurado para viajar en el metro de San petersburgo… Otra cuestión interesante es observar las pinturas y la arquitectura de las estaciones. Si bien las de Moscú son las que más fama tienen, las de San Petersburgo no se quedan atrás. Una buena opción es meterse en el metro y combinar con las distintas líneas. Bajarse y subirse donde la intuición los lleve. En el camino, observar la vida bajo tierra, las obras de arte y salir a la superficie en algún lugar. Seguro se sorprenderán.
Para los que no se animan a hacerlo solos y quieren tener una explicación de lo que ven, pueden contratar un tour por las estaciones del metro de San Petersburgo muy interesante. Incluye los tickets del metro y una guía (en inglés, aunque posiblemente en época de mundial haya en otros idiomas).
CAMINAR POR LA AVENIDA NEVSKY PROSPEKT
Esta avenida es como la de los Campos Eliseos, en París; la Gran Vía, en Madrid o la Avenida Corrientes, en Buenos Aires: una caminata que no se pueden perder si están de visita en la ciudad. Esta avenida es el centro comercial de la ciudad, está atravesada por tres canales: Moika, Griboédov y Fontanka, y conserva edificios de todas las épocas. Entre ellos, el Museo Ruso, el Palacio Stroganov y la catedral Kazan, entre otros.
También allí encontrarán comercios de todo tipo, teatros, librerías enormes para perderse y muchos locales de comida rápida, como Mac Donalds, Carls Juniors (la competencia del primero) y cafés famosos en la ciudad, como el Shokoladnitsa.
VISITAR EL MUSEO HERMITAGE
No somos de visitar todos los museos que hay en una ciudad, pero este complejo de seis edificios es uno de los más importantes del país y, me atrevería a decir, del mundo. Allí se destaca el Palacio de Invierno, residencia de los antiguos zares. Tiene una colección formada por más de tres millones de piezas entre pinturas y antigüedades, en su mayoría provenientes de las colecciones privadas de los zares. Vale la pena visitarlo (de día) y recorrer sus instalaciones de noche, ya que es un hermoso edificio cuando está iluminado. Eso sí, en verano suele haber muchísima gente. Nosotros tuvimos la suerte de entrar gratis y sin esperas porque nos regalaron las entradas a cambio de ser objetos de estudio por unas horas en una clase de español. Pero sino, les recomendamos contratar alguna visita/tour con entrada directa. Van a ahorrar mucho tiempo.
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Aquí pueden contratar una visita al Hermitage que incluye guía, visita guiada en grupos reducidos, ingreso sin hacer colas y permiso para tomar fotografías.
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MIRAR EL ESPECTÁCULO DE LOS PUENTES LEVADIZOS (o de la gente que los mira)
La verdad es que ver cómo suben unos puentes iluminados durante las noches no es algo que nos llamaba mucho la atención, pero como nuestro couch nos insistía en que debíamos ir, fuimos. Sobre el río Neva, que atraviesa la ciudad hay muchos puentes, 22 de los cuales son levadizos.
Algunos de ellos, los que están en la parte más céntrica de la ciudad, cerca de la fortaleza de Pedro y Pablo y del Hermitage, se iluminan y levantan durante la noche. Si bien el levantamiento en sí no dice mucho (aunque los puentes iluminados quedan lindos), es un espectáculo aparte ver a la gente mirando ese momento.
Cientos (por no decir miles) de personas se amontonan en el malecón o pagan la entrada a un barco en el que pueden tomar algo o cenar mientras se produce el “show”. Hay gritos y excitación. Una vez que el puente sube (que no tarda muchos minutos), la gente parece esfumarse y deja un tendal de botellas vacías de cerveza, vino, vodka y lo que se les ocurra. Increíble. Vale la pena solo para ver las reacciones de la gente.
RECORRER EL MALECÓN DEL RÍO NEVA
De día, podemos disfrutar de un malecón más limpio, caminar, observar a las gaviotas y a quienes intentan, casi siempre sin éxito evidente, pescar algo. Los edificios antiguos y algo deteriorados de un sector del malecón, junto con el agua pegando en la orilla me recuerda por unos segundos al malecón de la Habana.
SENTARSE EN LA PLAZA LENIN
La plaza Lenin se ubica frente a la estación de tren “Finlandia”. Allí, hay una fuente y un monumento al líder bolchevique que recuerda el momento en que arribo a la ciudad y pronunció uno de sus famosos discursos. En algunos momentos del año se realiza un espectáculo de sonidos y luces con las aguas danzantes de la fuente.
SUBIR LA CATEDRAL DE ISAAC PARA VER LAS VISTAS PANORÁMICAS
Es una de las iglesias con mayor decoración de la ciudad, tanto en su interior, como en su exterior. Nosotros recorrimos los alrededores y yo subí al mirador para sacar algunas fotos de la ciudad. Las vistas son muy lindas, pero suele estar lleno de gente. Una de las fotos es la primera de este post.
¡Que disfruten mucho de la ciudad!
Información útil (2010)
– Registración
Se supone que todo aquel que permanece en una ciudad rusa por más de tres días debe registrarse en la ciudad. Es una medida que apunta, básicamente, a controlar. El tema es que por cada registración te cobran (400 rublos = 10 euros, fines de 2010).
Cuando salís del país, en la frontera, pueden pedirte los papeles de registración o los tickets de tren o bus que acrediten que te estuviste desplazando y que no te quedaste más de tres días en cada ciudad. Nosotros nos registramos solo una vez, a nuestra llegada a San Petersburgo (nuestra primera ciudad en Rusia) y luego guardamos los tickets de tren.
Un mes después, en la frontera con Mongolia, nos pidieron los papeles. Por suerte los teníamos. Nuestra compañera de viaje, Noella, no tenía la registración, pero sí los tickets, así que mostro eso y la dejaron pasar.
Son esas cosas que pueden pasarte como no. Nunca se sabe. Pero en este caso, habiendo dos opciones, les recomendamos aunque sea juntar los tickets del tren o bus.
Esto a lo mejor cambie para el mundial de fútbol, pero les recomendamos consultarlo en su consulado.
– Cualquier auto puede ser un taxi
Una de las cosas que pasan en esta gran ciudad es que cualquier auto, sobre todo de noche, puede ser un taxi. Uno se acerca al cordón de la vereda, eleva su mano y hace señas para que un auto pare. Si el conductor está dispuesto a “trabajar” de taxista, para. Preguntás si va en tu misma dirección o cerca, cuánto te cobra por el viaje que pretendés y, si llegan a un acuerdo, te subís.
Es un dato para tener en cuenta, aunque siempre estas cosas es mejor hacerlas con un local.
– Viajes en barco por los canales
En la zona céntrica de la ciudad hay muchas agencias que ofrecen viajes en barco por algunos de los canales de la ciudad. Nosotros no hicimos ninguno, pero si van a tomar alguno les recomendamos hacerlo por los canales más chicos e internos, así descubren otros barrios y hasta pueden llegar al que vivía Dostoevsky.
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