¿Cuántas veces repetimos frases hechas sin pensar lo que realmente significan? ¿Cuántas veces caemos en preconceptos sólo porque son vox populi?
¿Cuántas veces generalizamos simplemente porque es un lugar común?
¿Cuántas veces decimos cosas que lastiman simplemente porque las tenemos incorporadas?
¿Cuántas veces nos parecen verdades absolutas cosas que, si las analizamos, son totalmente absurdas?
¿Cuántas subjetividades convertimos en verdades inamovibles?
¿Cuántas veces opinamos sin argumentar, basados en sensaciones?
¿Cuántas veces nos detenemos a pensar antes de hablar?
Isolda, una venezolana en Maracay, nos dijo: “Todos vamos creciendo y a lo largo de nuestras vidas nos van incorporando casetes, muchos casetes, como conceptos alojados en nuestro cerebro, encapsulados e inamovibles. Hay que lograr romper con ellos, tenemos que lograr crear un cementerio de casetes. Y eso es lo que hacen ustedes con quienes los escuchan”.
Y eso es lo que pretendemos, entre otras cosas, hacer con nuestro libro. A través del relato de nuestras experiencias queremos mostrar que no hay verdades absolutas sino relativas, que la nuestra no es la única y que cada kilómetro sobre este planeta tiene la suya. Si bien cada uno lleva su mundo a donde va, creemos que los encuentros con gente de otras culturas son una oportunidad inmensa para aprender y cuestionarnos esos casetes.
Si somos permeables y entendemos que eso que vemos no es ni mejor ni peor, sólo diferente, estamos en condiciones de crecer como seres humanos y de derribar nuestros propios casetes.
A los pocos días de haber iniciado nuestro viaje «sin fecha de retorno» tuvimos la oportunidad de vivir en Holanda el mundial de fútbol de Sudáfrica 2010. Llegamos con la idea, tan difundida en Latinoamérica, de que los holandeses eran fríos y que el fútbol como se vive en la Argentina no se vive en ningún lado. Nunca vimos que un mundial se viva de manera tan efusiva, colorida y divertida como en Holanda. Estábamos sepultando nuestro primer casete. El primero de muchos. Y se los contamos con más detalles en el libro.
La imagen es del blog basurillas.org (no dejen de ver las buenas ideas que tiene).
Toda la serie sobre «La experiencia de escribir nuestro primer libro de viajes de la A a la Z», en este link.
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