Nuestro tercer tramo en tren fue desde la ciudad de Tomsk a la de Krasnoyarsk. Llegamos a la mañana y después de varias vueltas por la ciudad y de cambio de casa de Couch (por olores y mugre que sobrepasan las medidas a las que ya estábamos acostumbrados), logramos instalarnos en lo de María. Pasamos en su casa todo el fin de semana casi sin hacer nada… sólo salimos a conocer un poco el centro y fuimos una mañana al Parque Stolby.
El parque consiste, básicamente, en un tupido bosque con varias rocas inmensas que sobresalen. Es un lugar muy concurrido por los locales, sobre todo los fines de semana de verano. Muchos adolescentes y jóvenes sólo van para escalar las rocas. La rutina es llegar temprano e ir escalando una por una las rocas del parque.
El parque estaba lleno de ardillitas a las que todos alimentaban con semillas de girasol.
El lunes a primera hora nos fuimos a la estación a tomar el cuarto tramo en tren hasta la ciudad de Irkutsk. En este caso fueron dos trenes porque, como es temporada alta, no había lugar en los directos.
El primer tren fue durante todo el día y nos cagamos de calor. Sí, como leen. Durante el verano, en el sur de Siberia, puede hacer mucho calor. Y sobre todo en un tren en tercera… Y todo empeora si la comida que compraste es sopa de fideos deshidratados.
Hubo paso por la peluquería en Tomsk, lo notaron?.
El paisaje desde la ventana era muy verde, con amplios bosques y, de vez en cuando, un puñado de casas de madera con sus ventanas en celeste y blanco (las típicas de Siberia).
Una de las paradas en el camino donde la gente baja durante algunos minutos para comprar comida y bebida.
El cambio de tren implicó cinco horas de espera en un pueblito perdido (o ciudad muy chiquita) en el medio de la nada. Lo más moderno que había era la estación de tren.
Pero en la estación no había nada para comprar y nuestro organismo ya nos pedía la cena… Con la ayuda de nuestro “super” diccionario ruso-español (que nos ayudó muchísimo en este tiempo en Rusia) logramos que una señora nos indicara con señas dónde había un lugar para comprar algo para comer. No conseguimos mucho, pero engañamos al estómago.El segundo tren lo tomamos a la 1 de la mañana por lo que, cuando subimos al vagón, la gente ya estaba por el quinto sueño y el vagón ya había tomado su olor característico…Luego de siete horas llegamos a Irkutsk, la ciudad más grande cercana al lago.
Es una ciudad bastante grande, pero que nos resultó tranquila. Tiene algunas iglesias pintorescas y muchas casas de madera.Además, ya está cerca de Mongolia y China y eso se nota en los rasgos físicos de la gente y en algunos negocios y buses que están escritos en ruso y en chino.
En esta ciudad, a diferencia de Tomsk, varias de las casas de madera fueron recicladas y se utilizan como negocios, oficinas o viviendas. Igualmente, algunas sí están tan deterioradas como las de Tomsk.
Pasamos dos días en Irkutsk, en un hostel a cambio de un nuevo show de magia y pase de gorra. Recorrimos un poco la ciudad, vimos la enésima estatua de Lenin, empezamos el trámite para la visa de Mongolia (que se demora siete días hábiles) y visitamos un mercado que nos encantó.
Estación de tren en Irkustk.
Creemos que lo que se ve en la foto es 99% grasa y 1% perejil, pero estaba rico.
Al tercer día armamos las mochilas con sólo algunas cosas (dejamos el resto en el hostel) y partimos hacia la zona del lago para pasar varios días allí. Les contamos en la próxima!
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